¿Cómo pintar suelos de hormigón?

La pintura para suelos de cemento es una solución efectiva para embellecer y proteger las superficies de hormigón. Este tipo de pintura está especialmente formulado para soportar las exigencias y el desgaste diario que se pueden dar en áreas de alto tráfico, como garajes, almacenes, carriles bicis, talleres, etc.

Una de las principales ventajas de las pinturas para suelo de hormigón es su capacidad para proporcionar una capa protectora que ayuda a prevenir el desgaste, las manchas, la decoloración y el daño causado por productos químicos, aceites y otros contaminantes. Además, mejora la apariencia estética del entorno, brindando una amplia gama de colores y acabados que se adaptan a cualquier estilo.

El suelo de hormigón pintado con productos de buena calidad se convierte en una de las alternativas más duraderas y versátiles disponibles en el mercado. Ya sea en entornos industriales o en el interior del hogar, la clave para su eficacia radica en una correcta selección de materiales así como en una buena ejecución de los trabajos.

¿Qué dificultades puede tener el suelo de hormigón a la hora de ser pintado?

Pintar suelo de cemento puede ser una excelente opción para transformar y embellecer el aspecto de una superficie. Este proceso, aunque requiere ciertos pasos y consideraciones, puede brindar resultados satisfactorios. Para que sea así, conviene tener en cuenta algunos aspectos:

• Estado de conservación: La pintura para suelos tiene que aplicarse sobre una superficie regular, sólida, seca libre de grasas, y a ser posible en buen estado. Cualquier grieta o humedad o suciedad, debe ser subsanada antes de pintar. De lo contrario, la aparición de manchas, desprendimientos o hendiduras está asegurada.
• Condiciones ambientales (caso de suelo al exterior): Es crucial tener en cuenta las condiciones meteorológicas durante el proceso de pintado. Los días húmedos o lluviosos pueden afectar la adherencia y el tiempo de secado. También hay que asegurarse de que la temperatura esté dentro del rango recomendado por el fabricante, ya que las extremas pueden afectar negativamente a la aplicación y al secado de la pintura. Durante el proceso de pintado, y en los días posteriores, el tiempo debe permanecer seco para un buen curado de la pintura. 
• Ventilación adecuada (en caso de suelo interior): El área donde se va a pintar debe estar bien ventilada. Sobre todo, cuando se pinta en interiores con pinturas a base de disolventes, ya que pueden emitir vapores nocivos. Si no hay ventanas, es preciso utilizar varios ventiladores para asegurar una circulación adecuada del aire.
• Suelo libre de humedades: La presencia de humedad puede causar problemas de adherencia y durabilidad. Antes de aplicar, es fundamental asegurarse de que el suelo esté totalmente seco. Se puede utilizar un medidor de humedad para verificarlo.
• Preparación insuficiente: La falta de preparación adecuada del suelo puede perjudicar la adherencia del recubrimiento. Es esencial limpiar a fondo la superficie y reparar cualquier daño antes de pintar. Si se omite este paso, la pintura puede desprenderse con el tiempo. Las grietas son enemigas de un buen acabado y habrá que rellenarlas.

¿Qué tipo de pinturas debemos elegir para suelos de hormigón?

La respuesta a esta pregunta dependerá de múltiples factores:  Uso al que va a estar sometido el suelo, localización (exterior-interior), presupuesto, condiciones de puesta en servicio, requisitos ecológicos, etc. En todo caso, conviene tener en cuenta los siguientes criterios:

• Coste y presupuesto: Las pinturas para suelo de hormigón de mayor calidad y durabilidad suelen tener un precio más alto (sobre todo las pinturas epoxi o poliuretanos). No obstante, es una inversión que vale la pena a largo plazo.
• Estética y acabado: Algunas ofrecen un acabado mate sencillo (pintura acrílica), mientras que otras tienen acabados satinados o brillantes mas exigentes (epoxis y poliuretanos).
• Resistencia requerida: ¿Qué tipo de resistencia necesita el suelo de cemento? Por ejemplo, si el suelo va a estar expuesto a productos o vertidos químicos, o por el contrario va a estar sometido a un alto desgaste por circulación de vehículos, o si solamente van a transitar personas, bicicletas o se va a destinar a la práctica deportiva, etc. 

Tipos de pinturas para suelo de hormigón

Tal como acabamos de ver, según el uso del suelo, existen diferentes tipos de pinturas que brindan la protección adecuada. Elegir el recubrimiento final y la imprimación adecuada repercutirá en el resultado final. Algunas de las opciones más comunes son:

• Pintura epoxi: Es un revestimiento de altas prestaciones, que soporta el tránsito intenso y diario de vehículos, los productos químicos y los impactos. Es ideal para áreas de alto tráfico y entornos industriales. Proporciona un acabado duradero y brillante que resiste manchas y derrames. Solo aplicables en suelos interiores donde no reciba la luz UV.

• Pintura de poliuretano: Al igual que las pinturas epoxi son revestimientos de altas prestaciones con elevada resistencia al desgaste por rozamiento y vertidos químicos. En este caso, a diferencia de la resina epoxi, este tipo de pinturas resisten sin problema la radiación solar haciéndolas ideales para su aplicación en suelos exteriores e interiores, manteniendo su color y sus propiedades resistiendo sin problema los rayos UV.

• Pintura acrílica: Es versátil y fácil de aplicar. Ofrece una buena resistencia a la fricción y al desgaste por tránsito frecuente de personas, bicis o incluso algún vehículo ocasional. Es adecuada para suelos con tráfico ligero o moderado, como las áreas residenciales o comerciales.

Pintar un suelo de hormigón paso a paso

Para pintar un suelo de cemento y conseguir un buen resultado, es aconsejable seguir los siguientes cinco pasos:

1. Acondicionamiento del suelo: Limpiar a fondo el suelo, eliminando cualquier suciedad, polvo, grasa, o elemento débilmente adherido. La reparación de grietas y nivelación de imperfecciones entran en este paso. Es recomendable que el suelo sea absorbente y no esté liso o pulido en cuyo caso se recomienda un lijado previo o bien la aplicación de una imprimación específica.
2. Imprimación: Al ser el hormigón un material, normalmente poroso, puede absorber el recubrimiento de manera desigual, provocando lamparones  con un acabado irregular. Es recomendable aplicar una imprimación para reducir la porosidad y lograr una mejor adherencia y acabado del recubrimiento. Elegir la imprimación adecuada en función del estado del suelo y del revestimiento a aplicar.
3. Aplicación: Se puede utilizar rodillo o brocha para aplicarlo en movimientos continuos, y uniformes, cubriendo bien toda la superficie. En ocasiones, sobre todo en uso profesional cuando hay mucha superficie a pintar, también puede aplicarse a pistola. En el caso de pinturas epoxis y poliuretanos, al ser materiales en 2 componentes, hay que estar atentos a los tiempos de mezcla y tiempos de vida de la mezcla (vida útil). Seguir las recomendaciones del fabricante.
4. Número de capas: al tratarse de revestimientos que van a estar sometidos a un alto nivel de desgaste, es importante aplicarlos con el número de capas necesarias para lograr una larga vida útil del producto. Aconsejamos un mínimo de 3 capas siguiendo las instrucciones de secado y repintado en cada caso.

Como hemos visto, seleccionar la pintura para hormigón correcta para tu proyecto y seguir los consejos que te hemos proporcionado facilitarán el proceso de aplicación, garantizando un acabado óptimo y duradero.

Al tratarse de un tema con bastante rango de matices, si tienes más preguntas sobre cómo pintar suelos de hormigón, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, contándonos tu caso concreto. En Palcanarias contamos con un equipo altamente capacitado que brinda asesoramiento personalizado adaptado a cada caso particular. Estaremos encantados de ayudarte.